La Escuela Carlos Pereyra celebró la XXVIII Semana Ignaciana, un evento emblemático que refuerza la vivencia comunitaria y la reflexión profunda sobre la espiritualidad ignaciana y los valores cristianos. Esta semana va más allá de ser un espacio de convivencia; se presenta como una oportunidad formativa integral para todos los miembros de nuestra comunidad, promoviendo el desarrollo espiritual, personal y social.
Fraternidad como eje central
En esta edición, el tema fraternidad conectó con la continuidad de las reflexiones de años anteriores, enfocadas en la construcción de la paz comunitaria más allá de lo individual. Inspirados por la encíclica Fratelli Tutti del Papa Francisco, profundizamos en el valor de la amistad social y en la importancia de construir relaciones solidarias, invitándonos a ver al otro como hermano o hermana, incluso si aún no lo conocemos completamente. La fraternidad se convierte así en un camino hacia una convivencia más justa e inclusiva.
Bajo el lema ignaciano “ser para y con los demás”, reflexionamos sobre el significado cristiano del “prójimo”. Entendimos que la excelencia humana no reside únicamente en los logros individuales, sino en el compromiso y servicio hacia los demás y hacia el entorno, guiados siempre por el Magis, es decir, la búsqueda del mayor bien posible en cada acción.
Actividades destacadas
Cada sección educativa participó en actividades diseñadas para su nivel, generando experiencias significativas que conectan con los principios ignacianos:
- Oraciones matutinas: Un momento diario de reflexión que invitó a cada miembro de la comunidad a vivir el día con propósito y gratitud.
- Tesoro Ignaciano: Una dinámica que permitió a los estudiantes experimentar los valores ignacianos a través del juego y la reflexión.
Actividades por nivel educativo:
- Preescolar: Los más pequeños vivieron el “Arcoíris de la Fraternidad”, fomentando la amistad y el reconocimiento del otro desde la infancia.
- Primaria: Los estudiantes colaboraron para crear el “Museo de la Fraternidad”, una exposición que reflejó su trabajo conjunto y su comprensión de este valor.
- Secundaria: Participó en un rally, una oración guiada y tuvo la oportunidad de dialogar con el maestrillo jesuita Abiud Rolón S.J., fortaleciendo su conexión con la espiritualidad.
- Bachillerato: Los estudiantes se involucraron en conversatorios y debates sobre temas actuales relacionados con la fraternidad. Además, el P. Fernando Tiscareño S.J. ofreció una conferencia sobre el discernimiento de vida, y los jóvenes participaron en un taller de Voluntariado Jesuita.
Formación para toda la comunidad:
- Personal y padres de familia: Participaron en la conferencia “Acompañar: Pautas para ser y hacer presencia desde la Espiritualidad Ignaciana”, impartida por el P. Fernando Tiscareño Cabello S.J..
- La Oca Ignaciana: Este juego invitó a los participantes a cambiar la visión competitiva por una más fraterna, reconociendo a los compañeros como prójimos con quienes compartir desde la autenticidad.
Al concluir la Semana Ignaciana, la comunidad Pereyra se enriqueció en su comprensión del valor de la fraternidad y la dignidad de cada persona. Esta experiencia nos llevó a dar una respuesta clara y comprometida al cuestionamiento bíblico: “¿Acaso soy el guardián de mi hermano?”. Inspirados por Jesús, quien redefinió las fronteras del “prójimo”, aprendimos que ser prójimo significa asumir una responsabilidad activa por los demás, sin importar las diferencias.
Este evento es un recordatorio del compromiso de la Escuela Carlos Pereyra de formar personas conscientes, competentes, compasivas, comprometidas y contemplativas en la acción, cualidades que reflejan la excelencia humana integral que buscamos desarrollar.
La invitación que deja esta Semana Ignaciana 2024 no se limita a estos días de reflexión, sino que seguirá inspirando nuestro caminar a lo largo del ciclo escolar. En cada paso, buscamos construir un mundo más justo, inclusivo y fraterno, viviendo fieles al ejemplo de Jesús y al carisma ignaciano que nos guía.