La etapa de 2 a 6 años constituye el pilar fundamental para la
formación de la persona en todas sus dimensiones; en ella
se generan las bases pedagógicas para los logros académicos,
vínculos afectivos y hábitos que sirven para la construcción de una
autoestima sana y fuerte.
Durante esta etapa se potencian los procesos madurativos de las niñas y los niños en las áreas motriz, cognitiva, socioemocional y espiritual; a través de experiencias lúdicas y contextualizadas que favorecen el desarrollo de habilidades y destrezas.
Se influye en los procesos madurativos y se forman personas seguras de sí mismas, contribuyendo a establecer la autorregulación, habilidades de atención y adecuada organización postural que servirán como plataforma para los futuros aprendizajes.
Las y los estudiantes que se encuentran en la etapa de Inicial y Preescolar experimentan el proceso de inducción al sistema escolar formal, el cual se espera vivan con sentimientos de seguridad, alegría y entusiasmo; por lo cual, el vínculo con sus maestras y maestros y con la comunidad escolar en general que los integra, es una prioridad.
El Preescolar es bilingüe, el desarrollo cognoscitivo, socioemocional y motor se trabajan con un enfoque integral, tanto en español como en inglés.
La experiencia artística es clave, ya que el arte permite conocer al mundo a través de símbolos y metáforas que dan sentido a la realidad.
La psicomotricidad implica la integralidad de niñas y niños, ya que favorece un desarrollo equilibrado de lo motor, afectivo y cognitivo, y facilita las relaciones con el mundo exterior.
Las clases de computación favorecen el uso de herramientas tecnológicas para acceder a plataformas digitales.
Se promueven los momentos y espacios de recreación, ya que a través del juego, se desarrollan expresiones propias de la edad; manejo de emociones, sensibilidad hacia el otro, creatividad, tolerancia y diversidad de manifestaciones artísticas y culturales.