Hace 13 años llegué a Torreón enviado como maestrillo a colaborar en el
proyecto educativo de esta querida institución. La Pereyra fue mi primera
maestra en el apostolado de la educación de la Compañía de Jesús. Fue una
maestra excelente que me hizo prepararme para dar un mejor servicio como
jesuita. Mi deseo para este regreso a esta tierra y en esta institución, es
corresponder con amor y gratuidad a tanto bien recibido.

Mi compromiso para esta nueva gestión, es seguir fortaleciendo y acrecentando el proyecto educativo que nuestro querido rector Armando Mercado “Tacuni”, junto con todo el equipo de la comunidad educativa han venido realizando. Trabajo que han hecho bajo las directrices que el P. General de la Compañía de Jesús, Arturo Sosa, nos ha encomendado para lograr el objetivo de un colegio jesuita y que en palabras del P. Arrupe y del P. Kolvenbach, anteriores generales de la Compañía, es: formar hombres y mujeres para los demás.

Dentro del marco de las Preferencias Apostólicas de la Compañía de Jesús, es tarea de todos los colaboradores del apostolado de la educación, encaminarnos hacia nuestra misión de reconciliación y justicia. Esta misión la lograremos mostrando el camino hacia Dios, mediante los Ejercicios Espirituales y el discernimiento; caminando junto a los pobres, los descartados del mundo, los vulnerados en su dignidad en una misión de reconciliación y justicia; acompañando a los jóvenes en la creación de un futuro esperanzador y colaborando en el cuidado de la Casa Común.

La Comisión Internacional del Apostolado de la Educación de la Compañía de Jesús nos ha pedido empezar, continuar o renovar un proceso de discernimiento, como el camino para proceder hacia una respuesta a nuestro contexto histórico, nuestras raíces y nuestra identidad. Estamos llamados a re-descubrir que nuestra herencia ignaciana nos suministra los instrumentos adecuados para encontrar a Dios en nuestro contexto y continuar ofreciendo educación de calidad en la tradición humanista jesuita, para preparar estudiantes como agentes de cambio al servicio del bien común.

Se nos ha pedido a los directores de nuestros centros educativos, dedicar tiempo y organizar un proceso para que nuestros equipos docentes, administrativos y de servicios generales puedan participar en el discernimiento sobre las Características de la Educación de la Compañía de Jesús para un bien mayor.

Vamos a realizar esta tarea ahora más que nunca, pues el contexto de la pandemia del COVID-19 nos ha empujado a responder de forma acelerada, con nuevos modelos pedagógicos, sin descuidar la profesionalización, calidad y objetivo de nuestra misión, siempre mirando con esperanza y con la seguridad de que Dios está con nosotros.

Quiero agradecer profundamente: Al Mtro. Armando Mercado su gestión, pues me entrega un colegio fortalecido académicamente, grande en instalaciones y alumnos, con un grandioso equipo de colaboradores identificados con la misión de la Compañía de Jesús.

A todo el personal docente, administrativo y de servicios generales por el gran trabajo que desempeñan. Gracias a ustedes se puede realizar este apostolado para Mayor Gloria de Dios.

A los Padres de Familia que nos encomiendan la formación de sus hijos e hijas para la construcción del Reino de Dios.

Al P. Provincial Luis Gerardo Moro Madrid, S.J. por confiarme esta gran encomienda.

A mis hermanos maestros, P. Alejandro Treviño Noñé, S.J., P. Felipe Espinosa Torres, S.J., entre otros.

A mi familia.

Pido a Dios que me ayude dándome luz, entendimiento, compasión y misericordia para que pueda ser instrumento de evangelización, para su Mayor Gloria.

Dios nos ayude y bendiga a todos. Quedo a las órdenes de todos ustedes.

P. Ricardo Cámara Lugo S.J.
Rector